domingo, 21 de agosto de 2011

La energía que actúa detrás de nuestro cuerpo físico se desenvuelve dentro de un sistema muy perfecto. Dentro de cada ser existe una inmensa red de nervios que interpretan todo lo que acontece en el mundo exterior, es decir en el mundo físico que está formado: por nuestro cuerpo energético, nuestros centros son los chakras y los canales energéticos los nadis, todos ellos cuidan de nuestro ser físico, espiritual, intelectual y emocional.

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¿PARA QUE SIRVEN LAS PIEDRAS?

Usos de las Piedras

Varios son los puntos energéticos en el ser humano...

Desde el principio de los tiempos hasta el día de hoy

se sabe que las piedras sirven para:

  •  Armonizar los colores del aura.
  • Armonizar los colores del aura con los centros energéticos del cuerpo.
  • Desbloquear todos estoscentros para hacer fluir libremente la mente, el cuerpo y el alma.
  • Activar  los chakras.
  • Curar y equilibrar el ánimo.
  • Curar y equilibrar la mente.
  • Curar y equilibrar el cuerpo.                       Hacer que las energías circulen libremente.
  •  Despejar la mente abriendo la conciencia y la percepción.
  •  Anular los conflictos, la confusión y las energías negativas, animando así el alma.
  •  Alcanzar la armonía.
  • Atraer buenas ideas e impulsar el desarrollo de proyectos.
  • Atraer la fortuna.
  • Atraer la estabilidad.
  • Atraer el amor.
  • Atraer la comprensión.
  • Atraer la sensibilidad.
  • Invocar a las deidades.
  • Ayudar la concentración y al estudio.
  • Aumentar la magia en los rituales.
  • Ayudar a la meditación.
  • Hacernos armonizar con la naturaleza y la madre tierra.
  • Equilibrar la parte femenina y masculina del alma.
  • Fortalecer los lazos que nos hacen crecer.
  • Debilitar o cortar los lazos que nos hacen empequeñecer.
  • Lograr la armonía interior y exterior.
  • Este trabajo fue enviado por Sylvia Diaz      
    Buenos Aires, Argentina
    Especialidades Master Reiki Usui Terapeuta en Sonidos Cuencos Tibetanos y de Cuarzo. Metafisica Angeóloga Reflexologa Terapias con esencias Terapeuta de Colores.
     Especialista en Gemas y Piedras Metafisica Angeóloga Reflexologa

     
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lunes, 15 de agosto de 2011

Los mándalas han sido usados por los grupos espirituales desde hace mucho tiempo atrás. Caminar, danzar, observar, o dibujar mándalas puede ayudar a curar la fragmentación psíquica y espiritual, también nos ayuda a manifestar nuestra energía creativa y a reconectarnos con nuestro Ser.


Hace muchísimo tiempo existió algo desprovisto de nombre y cuya forma desconocida ocultó  tanto el cielo como la tierra.

Al verlo, los dioses lo agarraron comprimiéndolo contra el suelo, con la cara hacia abajo. Una vez arrojado al suelo, los dioses lo retuvieron pegado a éste.  Brahma hizo que los dioses lo ocuparan y lo llamó

            Vastupurusha Mándala.


Antiguo Texto Hindú


Un mándala es básicamente un círculo, es la forma perfecta, y por ello nos representa el símbolo del cosmos y de la eternidad.  Nos representa la creación, el mundo, el Dios, el ser humano, la vida.

Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo.
Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema de toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, etc. todos siguen una línea circular.
¿Y qué decir del átomo o la célula?
Todo lo que nos rodea tiene la forma de círculo.
Que al mismo tiempo nos representan los ciclos infinitos de la vida. Y si observamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta que todas nuestras formas son redondeadas, esto nos recuerda que somos sistemas dentro de sistemas, pertenecemos al Absoluto y el Absoluto está en nosotros.

Los mándalas han sido usados por los grupos espirituales desde hace mucho tiempo atrás. Caminar, danzar, observar, o dibujar mándalas puede ayudar a curar la fragmentación psíquica y espiritual, también nos ayuda a manifestar nuestra energía creativa y a reconectarnos con nuestro Ser.
Psicológicamente, los mándalas representan la totalidad de nuestro ser. Dado que reflejan la psique humana, cada persona responde a ellos intuitivamente, más allá de su edad, género, raza, cultura, etc.

Cuando nosotros trabajamos con los mándalas, es decir, si los dibujamos, si los pintamos, si caminamos sobre ellos etc. esto puede asemejar un viaje hacia nuestra esencia, iluminando zonas del camino que hasta entonces habían permanecido obscuras y hasta ese momento ocultas, permitiendo que brote la sabiduría de nuestro inconsciente.

El mándala es una puerta hacia la institución más íntima del ser humano. Representa la condensación ordenante del universo. Mediante su diseño, contemplación y meditación el ser humano puede acceder con lo espiritual y se hace parte del todo armonioso, trascendiendo sus limitaciones presentes y las ataduras a su mundo material y conceptual.
Como iconos sagrados del budismo, pretenden recordar al espectador de la santidad del Universo y del potencial espiritual del ser humano.

En el discurso religioso de la India, el término mándala se refiere a un área espiritual o sagrada, a un círculo, a un diagrama concéntrico o a un grupo de objetos (formas divinas y humanas, terrenales o cósmicas, ideas y símbolos) organizados en un patrón reunido alrededor de un punto central.

En el mundo tibetano, los mándalas se usan para decorar y santificar templos y hogares; en ritos de iniciación para monjes y gobernantes; y como el foco de visualización del clero y de adoración por los feligreses, así como para fines funerarios, acompañando al cuerpo del difunto durante la cremación.

Los mándalas pueden presentarse en una variedad de materiales a través de diversas técnicas artísticas. Pueden elaborarse con piedras semipreciosas trituradas, pétalos de flores, arroz, piedra pulverizada (mármol, etcétera), papel, textil, hilo, mantequilla y arena pintada. La tradición establece las formas, tamaños
y colores de este arte. Los más conocidos por el mundo occidental son los mándalas coloridas del Tibet y los mándalas de arena, elaboradas por monjes tibetanos. La construcción de un mándala de este tipo lleva varios días y una vez terminada se destruye, para demostrar la impermanencia de la vida.

Como el budismo viajó de la India a otras partes de Asia, la tradición de mándalas también llegó a Asia central, China, Corea, Japón y el sudeste asiático, hasta Indonesia. Pero el arte de los mándalas floreció especialmente en la rica atmósfera espiritual del Tibet.
De ahí que la mayor cantidad y variedad de mándalas los encontremos en la tradición religiosa tibetana.

Harumi Puertos
www.rutasdelalma.com
(selección)

sábado, 13 de agosto de 2011

¿Qué es un chakra?

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Hablemos de Chakras.... Chakra significa "rueda" en sánscrito. Los vedas utilizaron este término para denominar los centros energéticos del cuerpo humano. Hay siete chakras principales y varios secundarios que corresponden con los puntos de acupuntura. Cada uno de ellos se asocia con alguna de las glándulas endocrinas dentro del cuerpo físico.

Cada chakra posee características y atributos únicos.
Los chakras tienen un color, una nota musical  y una vibración específica,  además de su propio símbolo y piedras. 
Los chakras tienen los colores del arco iris y su disposición en el cuerpo es la misma  que encontramos en el  arco iris ... Rojo, naranja, amarillo, verde/rosa, azul, índigo, violeta/blanco
 
El despertar de los chakras te permite vivir una vida mas plena Tu actitud hacia ti mismo y hacia los demás cambia solo para bien!

Podemos decir que los chacras
más importantes son siete:
1.          Raíz o base, ubicado en la zona del coxis
2.          Sexual, en la zona de los genitales.

3.     Plexo solar, en la zona del estómago, aunque  
         también hay quienes dicen que está ubicado 
         cuatro dedos bajo el  ombligo.       
4.          Corazón,  ubicado poco más arriba del esternón.
5.          Garganta o laríngeo.
6.          Tercer ojo, ubicado en el entrecejo.
7.          Corona, en la parte superior de la cabeza.
El tema de los Chakras es muy grande, es necesario que entendamos los beneficios que nos aportan para la restauración del equilibrio armónico en el funcionamiento de todas nuestras energías, que no vemos pero que están y que regulan los diferentes cuerpos que poseemos.
El conocimiento de los chakras nos permite reconocer en que nivel evolutivo estamos.
La preparación de nuestro cuerpo de luz comienza cuando la conciencia se eleva por encima de la mente racional.

  • Las áreas donde se encuentran los chakras se ven directamente afectadas por sus propiedades, tanto cuando estos vórtices de energía giran saludablemente o cuando se encuentran bloqueados. 
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Estos centros se extienden en forma de remolinos por el campo energético que rodea el cuerpo físico y está compuesto por capas sucesivas de energía que vibran a frecuencias cada vez más elevadas. Cada uno de los chakras tiene una parte frontal y una parte posterior, excepto el primero y el séptimo. Todos ellos están unidos por un canal energético que corre a lo largo de toda la espina dorsal.

 
Funciones principales de los chakras:
1.    Revitalizar Cada cuerpo aural o energético y con ello el cuerpo físico;
2.    Provocar El desarrollo de distintos aspectos de la auto conciencia, pues cada chakra está relacionado con una función psicológica específica; y
3.    Transmitir Energía entre los niveles aurales ya que cada capa progresiva existe en octavas de frecuencia siempre crecientes.

Este trabajo fue enviado por Sylvia Diaz      
Buenos Aires, Argentina
Especialidades Master Reiki Usui Terapeuta en Sonidos Cuencos Tibetanos y de Cuarzo. Metafisica Angeóloga Reflexologa Terapias con esencias Terapeuta de Colores.
 Especialista en Gemas y Piedras Metafisica Angeóloga Reflexologa


jueves, 2 de junio de 2011

Qué es un Mandala? LOS MANDALAS EN DIFERENTES CULTURAS Y RELIGIONES

Los Mandalas 
en distintas culturas
CELTA

CROP CIRCLE



 
Mandala.  Es una palabra  proveniente del sánscrito, significa, según
el Diccionario de la Real Academia Española:

“En el hinduismo y en el budismo, dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación.”
también según otros autores posee diversos significados como:
                  cerco, protector, talismán, círculo mágico.
 Los mándalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación.
Consisten en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales.
Las formas básicas más utilizadas son: 

                     Círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos.

Los mándalas fascinan por el juego de formas y colores que presentan, y son considerados como símbolos de paz, fuerza y armonía.
 Los diseños son muy variados, pero con algunos elementos constantes, un centro y puntos cardinales contenidos en círculos y ordenados en cierta simetría.

LOS MANDALAS EN DIFERENTES 
CULTURAS Y RELIGIONES

Pueblos culturalmente tan distantes entre sí, como los indígenas americanos, los sumerios, los hindúes o los primitivos cristianos, han otorgado a los mandalas  los más positivos atributos convirtiéndolos en una herramienta esencial en el camino del autoconocimiento.
 Les han conferido propiedades curativas, considerándolos también como estimulantes para la meditación, buscando alcanzar un grado de relajación y paz.
En la actualidad estas ideas han sido recuperadas y reelaboradas,  convirtiéndolas  en nuevas formas de expresión artística, o les han otorgado, propiedades de tipo terapéutico y creativo.




                    
CERN
CHINO



LEO SOCOLOVSKY
1º ENTREGA  




2º y ultima parte de EL ARTE DE VIVIR S. N. Goenka maestro de meditación Vipassana


 Escapar no es una solución;
hay que enfrentar el problema.
S. N. Goenka es un maestro de meditación Vipassana.
La técnica que enseña S .N. Goenka tiene su origen en una tradición que se remonta al Buda. El Buda nunca enseñó una religión sectaria; enseñó Dhamma —el camino de la liberación— que es universal. Siguiendo esa tradición, la enseñanza de Goenkaji está libre de sectarismos y por esta razón atrae gentes de cualquier procedencia, con o sin creencias religiosas y de todos los rincones del mundo.

Una buena solución es la que evita los dos extremos: la represión y dar rienda suelta.
Enterrar la negatividad en el inconsciente no la erradicará y permitir que se manifieste con un acto físico o verbal dañino sólo creará más problemas. Pero si te limitas a observarla, la contaminación desaparecerá y estarás libre de esa contaminación.
          Esto suena maravilloso, pero ¿se puede realmente practicar? Cuando surge la ira, nos toma tan de sorpresa que ni siquiera nos damos cuenta de ello. Arrastrados por la ira cometemos actos físicos o mentales que nos dañan a nosotros mismos y a los demás.
 Poco después, al desaparecer la ira, empezamos a arrepentirnos, pidiendo perdón a los demás o pidiendo perdón a Dios.
Pero la próxima vez que nos encontramos en una situación semejante, volvemos a reaccionar de la misma forma. El arrepentimiento no nos ha servido para nada.
Sin embargo, hubo alguien que encontró una solución auténtica. Descubrió que al surgir una contaminación en la mente, ocurren dos cosas simultáneamente en el campo físico:
Una es que la respiración pierde su ritmo normal. Es fácil observar que respiramos más fuerte cuando surge una negatividad.
Esto es lo que nos ofrece una solución práctica: una persona corriente no puede observar las contaminaciones abstractas de la mente como el miedo, la ira o la pasión. Pero con un adiestramiento adecuado y con práctica es fácil observar la respiración y las sensaciones del cuerpo y ambas están relacionadas directamente con las contaminaciones mentales.
 Antes sólo mirábamos al exterior, perdiendo la verdad interna; buscábamos en el exterior la causa de nuestra desgracia, culpando siempre a algo o a alguien e intentando cambiar la realidad externa.
 Al ignorar la realidad interior, nunca entendíamos que la causa del sufrimiento reside en el interior, en nuestras propias reacciones ciegas hacia las sensaciones agradables y desagradables.
          Una mente equilibrada no sólo está llena de paz, sino que impregna el ambiente que la rodea de paz y armonía y esto empieza a afectar a los demás, ayudándolos también.

Al aprender a mantenernos equilibrados, hacemos frente a lo que experimentamos en nuestro interior y desarrollamos desapego hacia todas las situaciones externas que nos encontramos.
Pero este desapego no es escapismo ni indiferencia hacia los problemas mundanos. Quienes practican Vipassana con regularidad se sensibilizan más ante el sufrimiento de los demás y hacen todo lo posible para aliviar el sufrimiento en la forma que puedan —sin agitación, con la mente llena de amor, compasión y ecuanimidad.
Esto es lo que el Buda enseñó: un arte de vivir. No fundó ni enseñó una religión, un “-ismo”, ni enseñó ritos o rituales, ni ninguna formalidad vacía a quienes se acercaban a él; enseñó a observar la naturaleza tal y como es, observando la realidad interna.
Por eso es necesario “conocerse a sí mismo”—consejo que han dado todos los sabios. Debemos conocernos a nosotros mismos, no sólo en el ámbito intelectual de ideas y teorías, no sólo emocionalmente o a través de la devoción, aceptando de forma ciega los que hemos oído o leído. Este conocimiento no es suficiente.
Esta experiencia directa de nuestra realidad interna, esta técnica de auto-observación, es lo que se llama meditación Vipassana. En la lengua que se hablaba en la India en la época de Buda, “passana significa ver las cosas de forma corriente, con los ojos abiertos. Vipassana” es observar las cosas tal y como son, no como parecen ser.
El curso de meditación consta de tres pasos.
El primer paso de esta práctica es un código moral. Nos comprometemos a no matar, no robar, no mentir y no tomar intoxicantes.
El siguiente paso es aprender a controlar la mente salvaje, adiestrarla para que se concentre en un único objeto, la respiración.
 Intentamos mantener la atención en la respiración el mayor tiempo posible.
Estos dos primeros pasos, vivir con moralidad y controlar la mente, son muy necesarios y beneficiosos pero conducirán a la represión a menos que demos un tercer paso:
 Purificar la mente de contaminaciones, desarrollando la visión cabal de nuestra propia naturaleza. Esto es Vipassana: la experimentación de nuestra propia realidad, observando en nosotros mismos de forma sistemática y desapasionada este fenómeno de mente y materia en constante cambio que se manifiesta en sensaciones.
Esta es la culminación de la enseñanza del Buda: la auto-purificación a través de la auto-observación.
 Cuando sentimos ira, no es una ira budista, una ira hinduista, o una ira cristiana. La ira es ira. Si como resultado de esa ira nos sentimos agitados, no es una agitación cristiana, judía o musulmana. La enfermedad es universal. El remedio debe también ser universal.
La Vipassana es este remedio. La Vipassana es un sendero universal. Observar la realidad tal y como es, observando la verdad interior, es conocerse a uno mismo directamente a través de la experiencia. 
S. N. Goenka es un maestro de meditación Vipassana.
La técnica que enseña S .N. Goenka tiene su origen en una tradición que se remonta al Buda. El Buda nunca enseñó una religión sectaria; enseñó Dhamma —el camino de la liberación— que es universal. Siguiendo esa tradición, la enseñanza de Goenkaji está libre de sectarismos y por esta razón atrae gentes de cualquier procedencia, con o sin creencias religiosas y de todos los rincones del mundo.

Se puede obtener información adicional sobre la meditación Vipassana www.spanish.dhamma.org


Junio 2004
 
www.dhamma.org


lunes, 30 de mayo de 2011

El arte de vivir, Tenemos que vivir en paz con nosotros mismos y en paz con los demás porque, en última instancia, los seres humanos somos seres sociales que vivimos dentro de una sociedad interrelacionada. Pero ¿cómo vivir en paz y armonía interior y mantenerlas para que los demás puedan también vivir en paz y armonía?

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El arte de vivir

por S. N. Goenka

Selección de un artículo  basado en una conferencia que el Maestro dio en Berna

Todos buscamos la paz y la armonía porque carecemos de ellas en nuestras vidas. 
De vez en cuando todos experimentamos agitación, irritación, falta de armonía, sufrimiento.
Cuando esto sucede no lo guardamos para nosotros sino que lo distribuimos a los demás. 
Una persona desdichada impregna el ambiente que le rodea de agitación y quienes están cerca de ella también se alteran, se irritan. Ciertamente, ésta no es la manera más adecuada de vivir.
            Tenemos que vivir en paz con nosotros mismos y en paz con los demás porque, en última instancia, los seres humanos somos seres sociales que vivimos dentro de una sociedad interrelacionada. Pero ¿cómo vivir en paz y armonía interior y mantenerlas para que los demás puedan también vivir en paz y armonía? 

 Para librarnos de nuestra agitación 
tenemos que conocer sus razones básicas,
la causa del sufrimiento. 

            ¿Cómo empezamos a generar negatividades? 
Cuando ocurre algo que no deseamos surge tensión en nuestro interior y también surge cuando no ocurre o existen obstáculos para que se cumpla algo que deseamos. 
Con todo eso empezamos a atar nudos en nuestro interior. 
Y como durante toda la vida van a suceder cosas que no queremos y las deseadas puede que sucedan o puede que no sucedan, este proceso de reacción, de atar nudos –nudos gordianos, hace que toda la estructura física y mental esté tan tensa y tan llena de negatividades que la vida se vuelve miserable.
            Una manera de resolver este problema sería arreglar las cosas para que en nuestra vida no ocurriera nada indeseado, para que todo sea tal y como deseamos.
Para lograrlo, tendríamos que desarrollar en nosotros un poder extraordinario o bien conseguir que venga en nuestra ayuda alguien que lo posea. 
Pero tal cosa es imposible. No existe nadie en el mundo que pueda satisfacer todos sus deseos. 
 No hay nadie cuya vida transcurra como quiere, sin que pase algo no deseado. Constantemente ocurren cosas que van en contra de nuestros deseos y anhelos. 
De ahí –la pregunta: ¿Cómo podemos dejar de reaccionar ciegamente cuando enfrentamos situaciones que no nos gustan? ¿Cómo podemos dejar de generar tensión y permanecer llenos de paz y armonía?
Tanto en la India como en otros países hubo personas santas y sabias que estudiaron este problema —el problema del sufrimiento humano— y encontraron una solución: 

Cuando ocurre algo no deseado y empezamos a reaccionar con ira, miedo o negatividad, hay que dirigir lo antes posible la atención a cualquier otra cosa.

Por ejemplo: levantarnos, tomar un vaso de agua y comenzar a beber; de esta manera la ira no se multiplicará sino que empezará a disminuir. 
O empezar a contar: uno, dos, tres, cuatro… O repetir una palabra, una frase o un mantra o quizás el nombre de un dios o una persona santa hacia la que sintamos devoción. Así desviamos la mente y hasta cierto punto, nos liberamos de la negatividad, de la ira.
            Esta solución era útil, funcionaba y aún funciona; al practicarla, la mente se siente libre de agitación. 
No obstante, sólo funciona en el nivel de la mente consciente porque lo que de hecho hacemos al desviar la atención es empujar la negatividad a lo más profundo del inconsciente donde seguimos generándola y multiplicándola. 
Hay paz y armonía en la superficie, pero en las profundidades de la mente hay un volcán dormido de negatividad reprimida que tarde o temprano entrará en erupción con una gran explosión.

He trabajado durante muchos años en el tema de los Mandalas y trataré de transmitir mi experiencia.
Hace muchísimo tiempo existió algo desprovisto de nombre y cuya forma desconocida ocultó tanto el cielo como la tierra. Al verlo, los dioses lo agarraron comprimiéndolo contra el suelo, con la cara hacia abajo. Una vez arrojado al suelo, los dioses lo retuvieron pegado a éste. Brahma hizo que los dioses lo ocuparan y lo llamó vastupurusha mandala. 

Antiguo texto Hindú

 Que es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración. Nos representa la creación, el mundo, el Dios, el ser humano, la vida, el absoluto.

Leo Socolovsky

contacto: imak0212@gmail.com