lunes, 30 de mayo de 2011

El arte de vivir, Tenemos que vivir en paz con nosotros mismos y en paz con los demás porque, en última instancia, los seres humanos somos seres sociales que vivimos dentro de una sociedad interrelacionada. Pero ¿cómo vivir en paz y armonía interior y mantenerlas para que los demás puedan también vivir en paz y armonía?

-->  
El arte de vivir

por S. N. Goenka

Selección de un artículo  basado en una conferencia que el Maestro dio en Berna

Todos buscamos la paz y la armonía porque carecemos de ellas en nuestras vidas. 
De vez en cuando todos experimentamos agitación, irritación, falta de armonía, sufrimiento.
Cuando esto sucede no lo guardamos para nosotros sino que lo distribuimos a los demás. 
Una persona desdichada impregna el ambiente que le rodea de agitación y quienes están cerca de ella también se alteran, se irritan. Ciertamente, ésta no es la manera más adecuada de vivir.
            Tenemos que vivir en paz con nosotros mismos y en paz con los demás porque, en última instancia, los seres humanos somos seres sociales que vivimos dentro de una sociedad interrelacionada. Pero ¿cómo vivir en paz y armonía interior y mantenerlas para que los demás puedan también vivir en paz y armonía? 

 Para librarnos de nuestra agitación 
tenemos que conocer sus razones básicas,
la causa del sufrimiento. 

            ¿Cómo empezamos a generar negatividades? 
Cuando ocurre algo que no deseamos surge tensión en nuestro interior y también surge cuando no ocurre o existen obstáculos para que se cumpla algo que deseamos. 
Con todo eso empezamos a atar nudos en nuestro interior. 
Y como durante toda la vida van a suceder cosas que no queremos y las deseadas puede que sucedan o puede que no sucedan, este proceso de reacción, de atar nudos –nudos gordianos, hace que toda la estructura física y mental esté tan tensa y tan llena de negatividades que la vida se vuelve miserable.
            Una manera de resolver este problema sería arreglar las cosas para que en nuestra vida no ocurriera nada indeseado, para que todo sea tal y como deseamos.
Para lograrlo, tendríamos que desarrollar en nosotros un poder extraordinario o bien conseguir que venga en nuestra ayuda alguien que lo posea. 
Pero tal cosa es imposible. No existe nadie en el mundo que pueda satisfacer todos sus deseos. 
 No hay nadie cuya vida transcurra como quiere, sin que pase algo no deseado. Constantemente ocurren cosas que van en contra de nuestros deseos y anhelos. 
De ahí –la pregunta: ¿Cómo podemos dejar de reaccionar ciegamente cuando enfrentamos situaciones que no nos gustan? ¿Cómo podemos dejar de generar tensión y permanecer llenos de paz y armonía?
Tanto en la India como en otros países hubo personas santas y sabias que estudiaron este problema —el problema del sufrimiento humano— y encontraron una solución: 

Cuando ocurre algo no deseado y empezamos a reaccionar con ira, miedo o negatividad, hay que dirigir lo antes posible la atención a cualquier otra cosa.

Por ejemplo: levantarnos, tomar un vaso de agua y comenzar a beber; de esta manera la ira no se multiplicará sino que empezará a disminuir. 
O empezar a contar: uno, dos, tres, cuatro… O repetir una palabra, una frase o un mantra o quizás el nombre de un dios o una persona santa hacia la que sintamos devoción. Así desviamos la mente y hasta cierto punto, nos liberamos de la negatividad, de la ira.
            Esta solución era útil, funcionaba y aún funciona; al practicarla, la mente se siente libre de agitación. 
No obstante, sólo funciona en el nivel de la mente consciente porque lo que de hecho hacemos al desviar la atención es empujar la negatividad a lo más profundo del inconsciente donde seguimos generándola y multiplicándola. 
Hay paz y armonía en la superficie, pero en las profundidades de la mente hay un volcán dormido de negatividad reprimida que tarde o temprano entrará en erupción con una gran explosión.

He trabajado durante muchos años en el tema de los Mandalas y trataré de transmitir mi experiencia.
Hace muchísimo tiempo existió algo desprovisto de nombre y cuya forma desconocida ocultó tanto el cielo como la tierra. Al verlo, los dioses lo agarraron comprimiéndolo contra el suelo, con la cara hacia abajo. Una vez arrojado al suelo, los dioses lo retuvieron pegado a éste. Brahma hizo que los dioses lo ocuparan y lo llamó vastupurusha mandala. 

Antiguo texto Hindú

 Que es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración. Nos representa la creación, el mundo, el Dios, el ser humano, la vida, el absoluto.

Leo Socolovsky

contacto: imak0212@gmail.com






          

No hay comentarios: